Presentación: Microfísica sexista del poder. El caso Alcàsser y la construcción del terror sexual

Si nombramos a Miriam, Toñi y Desirée, a muchas mujeres de determinadas generaciones se nos retuercen en la cabeza y en las tripas múltiples imágenes y mensajes adoctrinantes: cuidadito si no queréis ser castigadas como ellas por osar a disfrutar transgrediendo ciertos límites y espacios.


PRESENTACIÓN del libro: Microfísica sexista del poder. El caso Alcàsser y la construcción del terror sexual» (Editorial Virus) de Nerea Barjola
FECHA: jueves 14 de junio de 2018
HORA: 19:00H
PARTICIPACIÓN: mixta y abierta

 

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licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, doctora en Feminismos y género por la UPV/EHU. Ha realizado la tesis «Las representaciones del peligro sexual y su influencia en las prácticas de las mujeres a partir del crimen de Alcàsser 1992», en el marco de los estudios de doctorado feministas y de género, bajo la dirección de Miren Llona González, doctora del Departamento de Historia Contemporánea. Ha formado parte del grupos de investigación de la UPV.

Nerea Barjola presenta en «Microfísica sexista del poder. El caso Alcàsser y la construcción del terror sexual» la resignifcación del crimen de Alcàsser, y tantos otros, «en términos políticos y fuera de los límites del terror, mostrando las fronteras de transgresión, lucha y resistencia feminista».

«Contextualizar el caso Alcàsser permite comprender el ataque frontal a la libertad personal y sexual de las mujeres que significó el crimen. Supuso un mensaje aleccionador para una generación de mujeres que tomaba el espacio público, y comenzaba a incorporar los derechos y libertades logrados por las reivindicaciones del movimiento feminista. En este sentido, el relato sobre el crimen de Alcásser vino a funcionar como un muro de contención que reforzó la institución familiar, afianzó el rol protector del hombre y reforzó el poder masculino sobre el cuerpo de las mujeres»

Microfísica sexista del poder: El caso Alcàsser y la construcción del terror sexual

El viernes, 13 de noviembre de 1992, tres adolescentes de Alcàsser -Miriam García y Desirée Hernández, de 14 años, y Toñi Gómez, de 15- desaparecieron en las inmediaciones del municipio valenciano. 75 días después, el descubrimiento de los 9788492559831.jpgcadáveres levantó una gran alarma social. La repercusión mediática fue inmediata. «El caso fue seguido de cerca por los medios de comunicación que incidieron en la divulgación de los detalles más macabros y terroríficos, ello impidió asimismo repensar el crimen sexual en términos político-feministas», señala Barjola.

La investigadora hace una comparación entre los asesinatos cometidos por Jack el destripador a finales de la época victoriana y el crimen de Alcásser; y plantea que cien años después, el relato sobre Alcàsser desempeñó un papel parecido. El crimen de Alcásser y, sobre todo, la construcción social del relato sobre el peligro sexual resituaron los límites que las mujeres no deberían haber franqueado: «Los relatos permiten reestructurar aquellos límites que han sido traspasados por las mujeres y que podrían condicionar la continuidad del status quo sexual. Para ello, el relato asienta sus bases sobre la culpabilidad de las mujeres. Las adolescentes realizaron autostop, y, precisamente, la práctica del autostop se configura como la metáfora que identifica la frontera que no deberían haber traspasado. La práctica del autostop nos remite a una cuestión de límites y de espacios. La narrativa creada en torno al crimen de Alcásser habla de espacios inabordables que no deben ser cruzados por las mujeres; de cuerpos supliciados que trasladaran al resto de mujeres el aviso aleccionador», señala Nerea Barjola.

 

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